Aprendiendo a vivir sin A y D

Jamás entendí, porqué en las novelas  que veía mi mamá la protagonista  lloraba al perder a su amado, siempre  pense que era para que volviera. Ahora sé que es el dolor de saber que el mundo que se imagino nunca existio 

Fuí tu mueble roto, que no querías cerca pero tampoco lo querías desechar. Lo peor de todo es que me acostumbre  a tener ese papel.

Cuando nos conocimos dijiste que  envidiabas mi vida, ahora sé porque  me la arrebataste.

Era la vía correcta, pero no para nosotros.

Sueños lastimados y una esperanza que se pierde en el reloj, en mi corazón.

Que gran error cometio la sirena al enamorase de un principe, disfrazado de cazador.

Ayer leí que limpiar tu autoestima, tu mente, tu vida, tu alrededor, evita que la gente siga llegando a ti con más basura. Ahora mi pregunta es: ¿Por qué nadie me dijo que yo era tu cubo de basura?  En mí dejaste todo lo que llevabas  dentro, ahora yo cargo con todo ese cúmulo de escombros y  fantasmas que no me pertenecen.

Tal vez las cebollas cuentan historias que solo nuestros ojos escuchan. -Gilraen Eärfalas-