Aprendiendo a vivir sin A y D

En mi mano izquierda las tijeras y en la derecha mi historia

  Queridas A y D: Desde que vinieron a mi vida nunca nos dedicamos a conocernos, sino más bien dicho a destruirnos. Hoy quiero presentarme ante ustedes, mi nombre es Salomé Pérez tengo 17 años, me gusta cantar, leer, escribir, en algunos casos cocinar, no soy sociable, prefiero estar en mi cuarto antes de salir a la calle, amo estudiar, en fin. Esta soy yo. Cuando ustedes entraron a mi vida, solo pensé que solo eran las dos, pero no fue así,  unos amigos que tenemos en común vinieron incluidos en el paquete; Anorexia, Bulimia, Histeria y Narciso; los seres que me han llevado al borde del caos. Les escribo esta carta porque quiero que tengan parte del crédito de esta historia, que no solo fue mía, sino también ustedes formaron parte de ella.  Hace unos días alguien leyo las cartas que les escribí y pensó que era para un chico, pero no. Estas cartas son para ustedes; sé que al principio es confuso porque no tienen fechas las páginas, la verdad es que las fechas me las quedo...

Tanto miedo al compromiso, al amor y a la vida, cuando llegaste tú mi miedo se transformó en anhelo de sentir. No me quiero ir de tu lado. - Destino ponte esta vez en mis zapatos y déjame ser feliz por primera vez.  

Querida A: Pues todo siguió igual, mi mamá se comportó como si nada hubiera pasado, el trabajo estuvo regular, en sí la misma monotonía de siempre. Deje todas mis ideas suicidas atrás y ahora solo existo por existir, la verdad ya nada me interesa, estas noches he tenido ataques de ansiedad y uno que otro día  depresión, pero normal o al menos eso pienso. Están a punto de acabarse las clases y te juro que voy a extrañar a Ca y So, porque aunque no hablaba con ellos, eran los únicos que notaban mi existencia y no me juzgaban. En ellos puedo  ver que la lealtad, la nobleza, sinceridad, amor, amistad, es real; mi mamá y su esposo siguen con la idea de irse a vivir en otra ciudad, por más que diga que no quiero a ellos les importa un carajo mi pensar. Lo que menos quiero es alejarme de An, es la primera mujer  de la cual me enamoré perdidamente y no quiero separarme de ella. ¡NO! -Puede que me vaya a vivir a otro lado. - Le dije. - ¿Por? - Ya sabes de deudas y demás. No me qui...

Ciudad de papel, que en primer invierno dejó de existir.  

  Todo lo que me imagine se fue a la basura. ¡Puta madre el 2022 me ha llegado tarde! Ya nada queda, mis sueños se fueron en el primer tren de salida.

Querida D:   Estábamos rumbo a Quito, antes me gustaba mirar el paisaje, pero esta vez solo planeaba como la nzarme y terminar con mi vida.  Abrir la puerta y lanzarme. Esperar a que el auto se detenga y lanzarme a un auto en movimiento. Espera al primer semáforo correr y lanzarme por el abismo. Tomarme entero el líquido para frenos. Llegar a la ciudad y escaparme. Dejar que el destino diga cómo será mi final. Pues las primeras no se pudieron, ya que mi papá me descubrió e hizo que estuviera junto a él todo el tiempo, jamás le he importado y justo ahora se le da por detener mi plan de muerte. Bueno a esperar un poco más, llegamos a la casa de mi tía y ví a mi abuelita, corrí a sus brazos para sentirme segura, quería que me abrazara y me cuidara como cuando era niña. Le conté todo lo que me pasó y solo me llenó de abrazos, besos y con sus consejos me ayudó a calmarme.  Mi primo me acompañó para que no estuviera sola, por primera vez mi tía se portaba linda conmigo. El caso...