Día 73
Querida D:
Estábamos rumbo a Quito, antes me gustaba mirar el paisaje, pero esta vez solo planeaba como lanzarme y terminar con mi vida.
Abrir la puerta y lanzarme.
Esperar a que el auto se detenga y lanzarme a un auto en movimiento.
Espera al primer semáforo correr y lanzarme por el abismo.
Tomarme entero el líquido para frenos.
Llegar a la ciudad y escaparme. Dejar que el destino diga cómo será mi final.
Pues las primeras no se pudieron, ya que mi papá me descubrió e hizo que estuviera junto a
él todo el tiempo, jamás le he importado y justo ahora se le da por detener mi plan de muerte.
Bueno a esperar un poco más, llegamos a la casa de mi tía y ví a mi abuelita, corrí a sus brazos
para sentirme segura, quería que me abrazara y me cuidara como cuando era niña. Le conté todo
lo que me pasó y solo me llenó de abrazos, besos y con sus consejos me ayudó a calmarme.
Mi primo me acompañó para que no estuviera sola, por primera vez mi tía se portaba linda conmigo.
El caso es que llamé a mi hada para contarle lo que sentía y le comenté de mis planes, obviamente ella
no estaba de acuerdo pero sabía que mi dolor era mayor; después de hablar con ella volví con los demás.
Mi tía me vio y me llevó a su habitación para hablar conmigo.
-¿Estás bien?
- Sí, solo cosas personales.
- ¿Qué pasó?
- Una pelea con mi mamá pero nada fuera de lo normal.
- Mira no sé que te habrá dicho tu mamá, pero no esta bien, estas mal.
- Así es ella. Yo solo quiero matarme y terminar con toda esta porquería.
- ¡No! A ver esta bien lo intentas ¿Pero si no funciona? Imagínate quedarte inválida, cuadrapléjica u
otra cosa. Créeme que matarte no es una solución.
Buen punto y sabiendo cómo es Dios conmigo capa de castigo hace que me quede en coma pero
sin morirme. Así que esta decidio no me voy a quitar la vida, a seguir en este puto infierno llamado vida.
Ansiedad y depresión: 1
Yo: 0
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