Día 33

 

Queridx Narcisx:

Diciembre ya llegó, los regalos, música, comida, karaoke, pirotecnia, chocolate caliente,

bombones, pavo y más; se presentan en estas fechas.

¡Rico! ¿No?... Pasar con la familia, reír, cantar, comer. Estar todo el tiempo con

una puta sonrisa en la cara y fingiendo que todo está bien, aunque por dentro

estoy hecho mierda.

- Hijita, estás muy flaquita. - Me dijo mi tía.

- No ñaña está bien gordita. Mamita baja de peso, así nadie

te va a querer. - Hablo mi otra tía.

- Estás bien gorda, Mija. -

- esa nariz, ¿No has pensado en operarte? -

- Así no vas a conseguir pareja. -

- Ese cuerpo. - Hablo mi abuelo paterno.

- Permiso. - Le dije y salí corriendo, me fuí al baño a vomitar. 

Mi mamá (abuela paterna) me llevó a mi casa para que ya no me sienta mal.

- Eres preciosa. -

- ¿Tú crees?

- No lo creo, todo mundo lo ve, esas son unas envidiosas porque son feas.

A pesar de que sean mis hijas.

- ¡Le tengo miedo!

- Nadie te va a tocar mi amor.

- Piensas que soy un monstruo.

- ¿Por amar?

- Sí.

- Entonces yo también, sería un monstruo porque te amo. No te juzgues por amar.

- ¡Ay! Mami. - La abracé y empecé a llorar.

- Llora, mi amor. Solo quiero que sepas que eres lo más importante para mí.

- Te amo. -

- Yo más.

Entre a mi casa y todo estaba siendo alistado para la cena de navidad, lo

bueno es que aquí viene solo mi tía, mi abuelo, mi mamá y su esposo.

- Está gordita mi muñequita. - Me dijo mi tía.

- Está bien la niña, mejor mijita dame viendo el celular que no vale. - Mi abuelito materno es

el hombre más caballeroso que conozco, desde que lo conozco me ha tratado con mucho

respeto y jamás me ha criticado, por eso lo quiero mucho.

- Bueno vamos a comer. - Nos sentamos a cenar. Comí todo de inmediato,

luego me fuí al baño y lo devolví. Salí y me fuí a mi cuarto a descansar.

- Feliz navidad.

- ¡Mátame Dios!

Espero que mañana no amanezca, ese sería mi mejor regalo de Navidad y

de toda la vida.