Día 107


MAMÁS P Y R.


Flor de primavera, 
perfume de encanto, 
llena de virtudes, 
mansa como una paloma, 
feroz como una leona,
hermosa como la diosa Venus,
cálida como el sol al nacer,
dulzura de mujer.

Eres mi estrella, aquella que me da luz en mis noches más  oscuras,
brillas tanto que la luna te tiene envidia de lo hermosa que eres, 
no eres perfecta pero eres la mejor abuela y madre de este mundo;
tu humildad cruza fronteras y tu voz calma tempestades.

Escucharte hablar es una virtud, con dos palabras das un mensaje que llega al corazón;
no nací de tu vientre pero sí de tu corazón,
guerrera y valiente eres tú. Mamá.

Rosa que da alegría a mi vida, bella por fuera y por dentro;
mujer virtuosa que lucha en silencio y demuestra lo mejor de sí en sus peores momentos, 
nunca te rindes, aunque el mundo se te venga encima sigues y no paras.

Mi jardín jamás había tenido tanta vida como cuando llegaste tú, mi Rosa.

Cuando mis ojos te vieron, al amor conocieron, 
tu mirada y la mía conectaron desde el primer día.
Mi novia y mi mayor alegría.

Mujer que se merece estar entre las más valientes, 
fuiste mi soporte en tiempos de angustia,
con cada beso parabas la hemorragia de mi alma.

A Dios le agradezco cada día por ponerte en mi camino, 
mi madre y tú son mi mayor regalo divino.

Tus historias me transportan a un mundo mágico,
lleno de ilusiones y sonrisas,
tu mirada es mi ventana a la vida sin dolor,
quién lo diría.

Curas almas con sólo mirarlas,
eres un angel disfrazado de mujer, 
una Rosa llena de poder.

El amor de mi vida.

Si volviera a vivir, te escogería de nuevo, porque eres mi cielo.

Te llamo “madre de mi vida y de mi corazón”,

Te digo así porque eres dueña de mi ser.
Si me preguntan ¿Cómo es una mujer valiente?

Te describiría a ti sin duda alguna.

Aunque no estemos juntas nuestros corazones bailan al son del amor.

Vida de mi vida.

Mi Rosa llena de amor. 

Mi ángel.

Mi luna.

Mi calma.

Mi protectora de las noches.

Mi guía cuando pierdo mi rumbo.

Son tantas tus cualidades y virtudes que este poema nunca tendría fin, 
porque esa eres tu mi Rosa, la que me enseñó que la perfección no existe, 
lo verdadero y puro solo es lo que está en el corazón.

Me siento orgullosa de tenerte en mi vida mi ángel lleno de valentía y poder.

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